Consigue resultados espectaculares contra el fraude año tras año, pero el fraude no deja de aumentar
Vayamos con otras características notables de nuestra Agencia Tributaria. Una muy notable es la cocina de los resultados anuales de la lucha contra el fraude. El método de cocinado, simple pero efectivo, consiste en presupuestar el dinero que conseguirá aflorarse en una cantidad por debajo de lo realmente conseguido el año anterior. Ejemplo: en 2014 los resultados de “prevención y fraude tributario” ascendieron a 11.484 millones; para 2015 se fijó un objetivo de 9.314 millones. Hacienda se asegura así que la Agencia siempre gana y todos se ponen medallas. El organismo asegura que entre 2009 y 2014 los resultados se han mejorado en 10.844 millones sobre lo previsto; pero si se deflactan las triquiñuelas de cocina la mejora sumaría 4.966 millones.
España lidera el ranking europeo en lo que se refiere a deuda tributaria de dudoso cobro. Se entiende por tal aquella deuda reclamada por Hacienda pero que, por incapacidad financiera del deudor, tiene una elevada probabilidad de no cobrarse. Es cierto que sólo siete países de entre los 28 de la Unión recogen estadísticas sobre la deuda incierta; pero resulta significativo que la Hacienda española esté a la cabeza de un tipo de reclamación que, se mire por donde se mire, revela un cierto grado de imprecisión en los procedimientos inspectores y judiciales. Y el liderazgo se consigue con holgura: en España, la deuda de dudoso cobro equivale al 0,84% del PIB; en Francia, al 0,31 y en Dinamarca al 0,22%. La comparación es de 2013.
Algo parecido cabe decir de la deuda pendiente de cobro (por procesos concursales, insolvencias o aplazamientos). Es deuda reconocida; pero como cada año se percibe menos de la deuda existente que la nueva que aparece en el ejercicio, el soufflé crece sin cesar. Asciende a más de 50.000 millones. Un castizo diría que la Agencia presume de resultados, pero consigue poco dinero. Recuerda a Ludendorff, el estratega alemán de la I Guerra Mundial: obtenía impresionantes éxitos tácticos que no conducían a ninguna parte. La Hacienda española consigue resultados espectaculares contra el fraude año tras año, pero el fraude no deja de aumentar. Resultados y realidad no coinciden.