El sindicato Unión de Grupos C exige nuevas plazas de la escala básica ante el aumento de la carga de trabajo
24.04.2015 | 00:15
SUSANA ARIZAGA La falta de personal de la escala básica, la que conforma el 70% de la plantilla de la Agencia Tributaria -que se ocupa de la atención directa al público- y sus bajas retribuciones, que no alcanza los mil euros netos al mes, son las dos principales reivindicaciones del personal del grupo C, que centrarán las exigencias del sindicato Unión de Grupos C de Hacienda (Ucesha), indica Ramón López Reyes, el delegado de esa formación en Zamora.
Desde la formación se destaca la mayor carga de trabajo de los últimos años, tras numerosas jubilaciones y el aumento de la media de edad de los funcionarios a 50 años. Además, se hace especial hincapié en «el malestar de los ciudadanos porque las gestiones administrativas se han complicado y por la imposición de la mayoría de tramitaciones a través de Internet».
Esas serán las grandes cuestiones sobre las que incida Ucesha en la campaña previa a las elecciones del día 29 de mayo para designar a sus representantes, a las que concurre por primera vez en la mayoría de las provincias, con el objetivo de exigir «la creación de nuevas plazas de funcionarios», explica Ramón López Reyes.
El sindicato denuncia la falta de reconocimiento de la Administración a los funcionarios del grupo C, que en Zamora suman 54 de la actual plantilla de 78, que cuentan con «una cualificación importante y un alto grado de conocimiento, con una constante actualización por las complejas y cambiantes normas tributarias». Un esfuerzo que carece de compensación en las nóminas, a pesar de «ser indispensables para el buen funcionamiento de la Agencia». López Reyes subraya la «desproporcionalidad existente a nivel económico respecto de otros grupos de nivel superior», que cobran muy por encima de estos funcionarios, pero «sin que se den causas objetivas» que lo justifiquen.
Productividad de jefes
El delegado sindical de Ucesha en Zamora aclara que un funcionario del grupo C que comienza a trabajar en la Agencia Tributaria, tras la retención de impuestos mensuales, «no llega a los mil euros», cuantía que «no tiene nada que ver con lo que perciben los jefes que, en algunos casos, superan esa cantidad solo con los complementos de productividad» que perciben.
La lucha contra esas desigualdades, porque «el trabajo se desarrolla gracias al esfuerzo de un equipo, en el que cada funcionario aporta su parte» y no hay razón objetiva para esta «desproporción», constituirá otra de las batallas de la formación. Se trata de centrar las actuaciones futuras en la mejora de los intereses del grueso de los empleados de la Agencia Tributaria, los que constituyen la «intendencia» de este organismo, por encima de los que solo se sitúan los técnicos y los inspectores. «Somos quienes tramitamos todos los servicios que afectan directamente al ciudadano».
La convocatoria de concursos de movilidad, la formación, la prevención y la salud laboral son otras de las cuestiones por las que este sindicato se compromete a velar en los próximos años, tras la elección de delegados.