Empleados públicos de varios colectivos protagonizaron en la mañana de ayer una serie de concentraciones y cortes de tráfico en diferentes puntos de la capital andaluza por el «profundo malestar» existente entre los trabajadores del sector público por los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy en sus condiciones de trabajo.
El portavoz de los trabajadores, José Sánchez Vico, explicó al final de la concentración que «el motivo de estas movilizaciones se centra en que el sector público -estatal, autonómico y local- se encuentra en una situación «dramática». «Las medidas de recorte que vienen sufriendo los empleados públicos,junto al derroche de dinero público por nuestros gobernantes, son de tal magnitud que han colmado el vaso de la paciencia de los empleados públicos, llevándonos a un estado de indignación que nos empuja a manifestar nuestro desacuerdo en la calle, exigiendo una solución inmediata de este estado de cosas», subrayó.
El colectivo seguirá realizando movilizaciones de forma «indefinida» y, según alertó ayer, de que «si es necesario, haciéndolas más contundentes en el mes de septiembre», hasta tanto el Gobierno derogue las últimas medidas legales contrarias a «los derechos sociales y laborales».
En otro punto de la ciudad, empleados públicos del Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS), del Hospital Virgen Macarena, de la Cámara de Cuentas y del Parlamento de Andalucía se concentraron en la Macarena, cortando también el tráfico a la altura del hispital. En este caso, los recortes salariales y laborales se han unido a la disminución en los presupuestos para la prestación de los servicios públicos, lo que está suponiendo «una merma importante en la calidad de la atención sanitaria, educativa y social de los ciudadanos», según esta plataforma de trabajadores.
Así, ayer insistieron en la necesidad de restituir todos los derechos laborales y un giro en las políticas económicas de ambos gobiernos -nacional y andaluz- que pase por una recaudación fiscal «justa y progresiva, por la eliminación del derroche en las administraciones públicas y los privilegios de la clase política, por la reactivación de la actividad económica».
Las protestas tienen un calendario indefinido. El otoño, un año más, se presenta caliente.