Ni un empleado público más en España en los próximos cuatro años. Esta es una de las iniciativas que el Partido Popular adelantará en caso de llegar a La Moncloa y que busca aligerar la Administración. Así lo explicó ayer el cabeza de lista del partido por Barcelona, Jorge Fernández Díaz, durante una conferencia en el Círculo de Economía, a la que asistieron más de un centenar de empresarios. El candidato insistió en que las reformas que el PP considera necesarias para salir de la crisis «se harán sí o sí» y que «el consenso es un mérito pero no una finalidad en sí mismo».
«No digo que sobren funcionarios, aunque es necesario adelgazar la Administración y ponerla a dieta para hacerla más eficiente y ágil», dijo Fernández Díaz, sin aclarar si la medida afectará a sectores como la educación o la sanidad.
Según el candidato, Mariano Rajoy centrará sus primeros meses de eventual Gobierno en aprobar un paquete de reformar estructurales orientadas a la generación de empleo. Entre ellas estarán la del sector financiero, la tributaria, la reforma de la negociación colectiva y la laboral. Esta última sería la más urgente y se aprobaría en «los primeros 100 días de Gobierno», dijo Fernández Díaz. Se reducirían los tipos de contrato, actualmente unos 15, y se llegaría «a un máximo de cuatro». En este tiempo también se aprobará la ley de estabilidad presupuestaria para así completar la reforma constitucional que pone tope al déficit.
Las competencias estatales que ya han sido transferidas seguirían y «nadie se está planteando quitarlas», aseguró Fernández Díaz. El cambio que sí considera urgente es el de una normativa que agilice la apertura de nuevas empresas. «Una ley ómnibus que sea la terapia para la enfermedad crónica de las trabas burocráticas. No puede ser que en España haya 17 mercados con sus normativas», aseguró.